Mi hijo se enfada por todo”: cómo acompañar las emociones intensas en la infancia
Muchos padres y madres llegan a consulta preocupados porque sus hijos “se enfadan por todo”, “lloran sin motivo” o tienen reacciones desproporcionadas ante situaciones cotidianas. En ocasiones, estas conductas generan malestar, culpa o sensación de desbordamiento en la familia.
Pero… ¿y si ese enfado fuese, en realidad, una petición de ayuda?
Las emociones no son el problema
En la infancia, las emociones no están "controladas". El cerebro aún está en desarrollo y muchas veces los niños no tienen herramientas suficientes para autorregularse. Es decir, no saben aún qué sienten, por qué lo sienten ni qué hacer con eso que sienten. Y eso puede expresarse con rabietas, gritos, tristeza o conductas de oposición.
Lo importante aquí no es “eliminar” el enfado o la tristeza, sino ayudarles a entenderlas, nombrarlas y transitarlas con seguridad. Cuando acompañamos sus emociones en lugar de rechazarlas, les estamos enseñando que no hay nada malo en sentir.
🤝 Acompañar no es lo mismo que consentir
Acompañar una emoción no significa permitir cualquier conducta. Significa poner palabras, límites claros y ofrecer un espacio seguro para que puedan autorregularse poco a poco.
Algunos ejemplos de acompañamiento emocional son:
“Entiendo que estés muy enfadado, yo también me sentiría así si me pasara eso.”
“No está bien pegar, pero estoy aquí contigo para ayudarte a calmarte.”
“Vamos a respirar juntos, y cuando estés más tranquilo me lo cuentas.”
Estas frases no son mágicas, pero sí son puertas hacia una relación más segura y empática.
Lo que hay detrás del comportamiento
Muchas veces, las emociones intensas sostenidas en el tiempo pueden estar relacionadas con otras dificultades como:
Problemas en el entorno escolar
Cambios familiares importantes (mudanzas, separaciones, duelos...)
Inseguridad emocional
Dificultades de aprendizaje
Experiencias traumáticas o vivencias difíciles
Cuando estas señales persisten o se intensifican, puede ser útil realizar una evaluación psicológica o neuropsicológicapara entender mejor qué está ocurriendo y cómo acompañarlo de forma adecuada.
Acompañar es criar con consciencia
Educar emocionalmente no significa tener respuestas perfectas, sino estar disponibles de forma sensible, imperfecta y presente. Uno de nuestros objetivos es ayudar a las familias a mirar con más profundidad, a comprender qué hay detrás de las conductas y a crear espacios más seguros emocionalmente para sus hijos.
Si necesitas acompañamiento o tienes dudas sobre cómo manejar estas situaciones, estaremos encantadas de acompañarte en este proceso. A veces, una mirada profesional puede marcar una gran diferencia.